jueves, 31 de julio de 2025

Escena I

 

Escuchamos fanfarrias.

Vemos entrar corriendo a los pastores.

Se detienen a medio escenario, están agitados.

 

XILA: ¿Qué fue eso?

FREDESVINDO: Una luz que flotaba... pa’mí que era la Noroña.

DIGNA: Es llorona y no existe.

FREDESVINDO: Si existe. Ayer, por la noche, la oí gritar en la casa de Xila... pero, eran más gemidos que gritos.

Digna voltea a ver a Xila.

XILA: Perate, no es lo que estás pensando... era una película de adúlteros.

DIGNA: ¡Bueno, ya! Dejemos de especular si existe o no la llorona. Y tú, (señala a Fredesvindo) ve a ver si ya se fue la entidad esa.

FREDESVINDO: (camina temeroso) (llega a la “entrada”) (rápido se asoma y regresa a paso veloz) Ya no está.

XILA: ¿Podemos seguir durmiendo?

Se acomodan en el suelo.

DIGNA: Y tú, Fredesvindo... a ver si dejas de roncar.

XILA: Sí, Fredes, pareces camión viejo en subida.

FREDESVINDO: Sepan ustedes que los hombres no roncamos.

AMBAS: ¡Nooooo!

FREDESVINDO: ¡No!... Los hombres rugimos para proteger a las mujeres del coco, de los fantasmas, de monstruos, de las brujas y los espíritus chocarreros.

DIGNA: Ay, aja... mejor duérmete y no nos protejas.

XILA: Preferimos los espitirus con chorrillo a tus ronquidos.

FREDESVINDO: Uy, que delicaditas me salieron... hasta mañana.

 

Escena II

 

Escuchamos las fanfarrias celestiales

Pastores se incorporan.

 

DIGNA: (reclamándole) No que ya no estaba.

FREDESVINDO: Pos, yo no vide nada.

XILA: Yo no vide, yo no vide... pos ve y vide si ya se fue.

FREDESVINDO: (sale y regresa corriendo) Sí vide...

DIGNA: ¿Quién viene?

FREDESVINDO: (asustado) La Noroña, el coco, el fantasma... la cosa esa.

Vemos entrar a Gabriel.

Fredesvindo corre y se esconde detrás de las pastoras.

GABRIEL: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.

FREDESVINDO: (tranquilizado) Ahí te hablan Xila.

XILA: ¿A, mí?

FREDESVINDO: Quien más las da con harto gozo y a todo el pueblo.

XILA: (indignada) ¡Calumnias, mentiras!... eso lo dice la gente ponzoñosa, sin esproculos... además, la culpa es de Calderón.

DIGNA: ¿Qué diablos tiene que ver calderón?

XILA: No, sé. Pero como veo que todo lo que pasa es culpa de Calderón.

GABRIEL: No, no, no...

XILA: Cómo no... que si no hay medicinas...

FREDESVINDO: La culpa es de Calderón.

XILA: Que si la violencia...

FREDESVINDO: La inicio Calderón.

XILA: Que si descarrila el tren...

FREDESVINDO: El pie se lo metió Calderón.

GABRIEL: ¡Ya!, ¡Basta de culparlo!... Y cuando dije el gozo, me refiero a lo espiritual.

DIGNA: ¿Y lo de las nuevas?

GABRIEL: Son noticias...

XILA: No son como las de la tele, ¿verdad?

GABRIEL: No.

FREDESVINDO: Que bueno, porque nomás prende uno la tele y parece película de terror.

DIGNA: ¿Y cuáles son esas noticias?

GABRIEL: Hoy nace el salvador...

XILA: Eso no es noticia, todos los días nacen niños.

GABRIEL: No como este.

DIGNA: ¿Qué tiene de especial?

GABRIEL: Es el hijo de Dios y los espera en un humilde pesebre.

XILA: A’dio... y, ¿a nosotros por qué?

GABRIEL: Porque ustedes son nobles de corazón.

DIGNA: ¿Hacia dónde debemos encaminar nuestros pasos para encontrar al niño Dios?

GABRIEL: ¿Ven aquella estrella?

PASTORES: Sí.

GABRIEL: Síganla y llegarán a Belem.

DIGNA: Cuando lleguemos a Belem, les decimos que nos envió...

GABRIEL: El Arcángel Gabriel.

DIGNA: Bueno, nos dio gusto conocerlo, pero ya nos vamos. (a los pastores) Xila, Fredes... Nos vamos. (hacen por salir)

GABRIEL: Momentito... No es así la cosa. Hay que responder unas sencillas preguntas para comprobar que son merecedores de ir.

XILA: Que no sean preguntas de doble sentido.

GABRIEL: Para nada.

FREDESVINDO: Tampoco preguntas vergonzosas... como: ¿besaste a tu compadre? Porque nunca lo hice, ni lo volveré a hacer.

DIGNA: Divino ángel... ¿Cuáles son tus preguntas?

GABRIEL: Empecemos con una sencillita para ti, Xila... ¡quién fue el primer hombre?

XILA: (nerviosa) Este... ¿el primer hombre?

GABRIEL: Sí, el primer hombre.

XILA: Bueno... pues... fue... mi primo Etelberto.

GABRIEL: ¡Noooo!

XILA: Tiene razón... no fue Etelberto, fue Rigoberto... como los dos terminan en berto, me confundí.

FREDESVINDO: (al público) Viví engañado toda mi vida.

GABRIEL: Xila, hablo del primer hombre en el jardín del Edén.

XILA: Vera uste, mister Grabiel... yo fui al jardín “Alegres campanitas” y la verda, verda... no recuerdo el nombre de mis compañeritos.

GABRIEL: (algo exasperado) El jardín del Edén es el paraíso terrenal donde Dios...

DIGNA: (interrumpe) Yo le digo... Fue Adán.

GABRIEL: Muy bien.

XILA: (despreciativa) Adán... A-gusto no creo que se haiga sentido con ese nombre, habiendo otros más enjundiosos como Patricio o Jelipe.

GABRIEL: Ese nombre le dio el señor y punto.

XILA: Uy, que carácter.

GABRIEL: Ahora la pregunta es para ti, Fredesvindo.

FREDESVINDO: (emocionado) Suéltela que ya sabe andar.

GABRIEL: ¿La mujer de Adán fue...?

FREDESVINDO: Me la puso rete fácil... La mujer de Adán... Andrea.

GABRIEL: Que barbaridad estás diciendo... Andrea no es.

FREDESVINDO: Como, no... vera uste; un osito de peluche es un regalo que demuestra afecto...

GABRIEL: Sí, estoy de acuerdo.

FREDESVINDO: Pero, regalar una jirafa, eso es amor.

GABRIEL: (fúrico) Por las lágrimas que derramará la santísima... ¡Noooo!

DIGNA: Tranquilo... yo se la respondo. Fue, Eva.

GABRIEL: Correcto, fue Eva.

FREDESVINDO: Yo tengo otros datos.

GABRIEL: Última pregunta: ¿Qué le dio Andrea, digo Eva a Adán para corromperlo?

FREDESVINDO: Híjole, como ya se acabó la corrupción... este... una pistita, ¿no?

GABRIEL: Es una fruta.

XILA: Eso ya lo sabemos, algo más específico.

DIGNA: Dijo... fruta.

XILA: ¡Ah!... fruta... este... le dio... ¡la papaya!

GABRIEL: No.

FREDESVINDO: ¿Guayabo?

GABRIEL: Tampoco. Es algo redondo y se relaciona con el pecado.

Xila y Fredesvindo se voltean a ver con asombro.

DIGNA: Par de puercos... es la manzana.

GABRIEL: ¡Aleluyaaaa!... ya se pueden ir.

DIGNA: Como llegar sin un regalo para el niño Dios.

GABRIEL: Ustedes llevan el mejor regalo de todos... su fe.

DIGNA: Pastores, corramos presurosos...

XILA: Aunque queden los zapatos rotos...

FREDESVINDO: ¡Llegaremos a Belem! (salen)


Escena V

 

GABRIEL: Creo que prometí demasiado... (aplaude dándose ánimos) tengo confianza en mi equipo para vencer a Lucifer y sus siervos de no sé dónde.

Lanza un chiflido.

Escuchamos música.

Vemos entrar a Querubina y Divina.

DIVINA: Escuchamos el llamado y acudimos ipso facto.

QUERUBINA: ¿Ahora que quieres, Gabriel?

GABRIEL: Hice una apuesta con Lucifer...

QUERUBINA: ¡Otra!

DIVINA: Ya tienes la pared llena de colas y cuernos... ¿para qué quieres más?

GABRIEL: Está vez apostamos medicinas y paz social para vivir un poco mejor.

QUERUBINA: Así ya cambia la cosa.

DIVINA: ¿Qué hay que hacer?

GABRIEL: (se percata que hay basura) Para empezar, hay que llamar a la barredora.

QUERUBINA: ¡Calla boca!... ni en broma lo digas.

DIVINA: Gabriel, somo los buenos y no necesitamos de ese tipo de ayuda.

GABRIEL: Claro que la necesitamos... ¿quién de ustedes va por la barredora?

QUERUBINA: Conmigo no cuentes.

DIVINA: Ni conmigo.

GABRIEL: Yo voy... pero el trabajo sucio lo hacen ustedes. (sale)

QUERUBINA: (angustiada) Ay, Divina... Gabriel se volvió loco.

DIVINA: ¿A qué se referiría con trabajo sucio?...

QUERUBINA: Me imagino que borrar toda huella comprometedora.

DIVINA: ¿Y si mejor nos vamos a la República Turca del Norte de Chipre?

QUERUBINA: ¿Por qué diablos iríamos tan lejos?

DIVINA: Porque no hay extradición.

Los ángeles se ubican dando la espalda por donde salió Gabriel.

QUERUBINA: Pero antes de partir, recemos; Dios, tú que castigas sin piedra ni palo...

DIVINA: Tú, quien das pan al que no lo tiene...

QUERUBINA: Y quien te toma por padrino, tranquilo va en su camino...

DIVINA: Ilumina a Gabriel para que abandone la idea loca de la barredora.

QUERUBINA: Amén.

GABRIEL: (entrando, trae una escoba) La barredora no estaba, pero encontré...

Ángeles volteando.

DIVINA: No vamos a participar con nadie que este alejado del camino de Dios.

QUERUBINA: Y menos con aquellos que tienen las manos manchadas con... ¿por qué traes una escoba?

GABRIEL: Porque no encontré a la barredora, pero me traje su escoba. (se acerca a Querubina) toma, ponte a barrer. (a Divina) y tú, levanta los carteles.

QUERUBINA: (barriendo y renegando) ¿Y cómo para que barrer?...

DIVINA: ¿Acaso alguien lo agradecerá?

GABRIEL: Quiero que este limpio porque estoy seguro que los pastores se perdieron y regresarán aquí.

QUERUBINA: (sarcástica) Uy, no se les vayan a ensuciar sus huaraches Adidas.

GABRIEL: El piso está contaminado con la suciedad de los demonios, no se ve, pero hay rastros de podredumbre y corrupción...

DIVINA: Inseguridad y delincuencia...

GABRIEL: Pobreza y desigualdad....

DIVINA: Corrupción e injusticia...

GABRIEL: Desempleo...

DIVINA: Escasez de agua...

QUERUBINA: Si mencionan los baches... lloro. (barre con mayor fuerza).

GABRIEL: (se asoma a ambos lados del escenario) Divina y Querubina... vamos a buscarlos, no se vayan a equivocar de camino y la apuesta me hagan perder. (salen)

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