Pastorela Cómica El Desafío

 Personajes 09 / Clasificación "A" o depende de tu autocensura / Duración 45 min. aprox.

Incluye Musicalización

La acción se desarrolla en algún paraje, poquito antes de llegar a la ciudad de Belem.

ACTO ÚNICO

El Inicio

Escuchamos música navideña, la cual termina a la entrada de Luzbelina.

LUZBELINA: (entra a paso apresurado, busca con la mirada, lleva en su mano un sobre rojo, grita)  

¡Lucifeeer!... (pausita) Lucifer… ¿dónde estás?... te mandan esto (agita la carta) (pausita) (al público)  ¿Saben quién la manda? (esperemos la reacción de público) la manda Belce (a manera de susto) buuuuuuuuuuuuuuuuuu.

DEMONIOFELES: (entrando) O´ra tú, imitando a gasparin… que bajo has caído.

LUZBELINA: No baboso, estoy buscando a Lucifer para entregarle esta carta (agita la carta)

DEMONIOFELES: Quién la manda.

LUZBELINA: Belcebú

DEMONIOFELES: (asombrado) ¡El gran maestro de lo oscuro la envía!

LUZBELINA: (ufana) Aja

DEMONIOFELES. Y, ¿qué dice?

LUZBELINA: Esta cerrada… y sólo Lucifer puede abrirla.

Escuchamos un trueno

DEMONIOFELES: Ahí viene.

LUCIFER: (entrando) ¿Quien viene?

DEMONIOFELES: Tú

LUCIFER: Yo, qué…?

DEMONIOFELES: Que tu vienes

LUCIFER: Ah, si… vengo del baño (sacude sus manos, las huele y hace gestos de fuchi) y no había agua.

DEMONIOFELES: ¡Cochino!

LUZBELINA: Se te busca.

LUCIFER: Y, ¿quién me busca?

DEMONIOFELES: Aparte de cincuenta aboneros, los del Infonavit, el jurídico de banco azteca, el taquero de la esquina, hacienda y la señora de la tanda (señala a Luzbelina) aquí la dama.

LUCIFER: ¡¿Ama!?...¿a quién ama?

DEMONIOFELES: Da…dama (señala a Luzbelina), o sea la susodicha.

LUCIFER: Y, ¿a qué debemos su dicha?... no me digas… por fin agarro tarugo, digo novio.

DEMONIOFELES: No.

LUCIFER: ¡No!… entonces, ¿a qué se debe su dicha?

DEMONIOFELES: No, no, no… no se debe.

LUZBELINA: (interrumpe) Si se debe.

DEMONIOFELES: ¡¿Síiiii!?

LUZBELINA: Sí. Se debe entregar esta carta. (se la da a Lucifer)

LUCIFER: (carta en mano) ¡Qué dirá!

DEMONIOFELES: Si abres el sobre y lees la carta, lo sabrás.

LUCIFER: Si verdad. (abre la carta y empieza a leer) Lu..Lu…Lucifer. (a Luzbelina y Demoniofeles) Ese soy yo.

LUZBELINA: (le revisa la cola) Sí, ese eres tú.

DEMONIOFELES: ¿Qué más dice?

LUCIFER: Sí, si...si

DEMONIOFELES: ¡Síiiiiiiiiiiiiiiii!... qué más dice!!!!

LUCIFER: Sin tener que enojarte. (reflexión) ¿Y por qué habría de enojarme? (Luzbelina con mímica le dice que continúe leyendo) Si, si, sin tener que enojarte…el…el Eligio perdió…pa, parece que una media en el coche.

LUZBELINA: (incrédula) ¿¡Que perdió qué!?

LUCIFER: Una media.

LUZBELINA: (le quita la carta) A ver, presta. (empieza a leer) Sin temor a equivocarme el hijo de Dios nace hoy a la media noche (mira a Lucifer como diciéndole…aprende a leer) y unos humildes pastores van camino a Belem para adorarlo… y tú, Luzbelina y Demoniofeles deben evitarlo. (Lucifer hace por preguntar) Y antes de que preguntes… lo que deben evitar el la llegada de los pastores a Belem. Firma Belcebú. (le regresa la carta) Y, ¿cómo piensas hacerlo?

LUCIFER: Pensamos, pensamos… porque dijo que los tres.

DEMONIOFELES: (frustradon) Pero si ya hemos intentado todo, desde ofrecerles dinero…

LUZBELINA: hasta disfrazarnos.

LUCIFER: (desanimado) Sí, ya lo sé… pero algo hay que hacer.

Los tres caminan por el escenario, esperando a que la gran idea llegue.

DEMONIOFELES: (se detiene) Y si les damos (mímica de golpes) media hora de caricias. (tira golpes al aire)

LUCIFER: ¡Noooo!, ya existen lo derechos humanos.

DEMONIOFELES: Chin.

LUZBELINA: Y si les damos unas vueltas.

LUCIFER: ¿Vueltas?... ¿por dónde?

LUZBELINA: Por el pescuezo.

LUCIFER: No estaría mal…pero no, esas cosas no me gustan… me dan ñañaras.

DEMONIOFELES: Uy, que delicadito.

LUCIFER: ¿De qué se han disfrazado?

LUZBELINA: Ángeles…

DEMONIOFELES: Pastores…

LUZBELINA: Policías…

LUCIFER: (iluminado) ¡Madres!

LUZBELINA: Por Dios que sí nos disfrazamos de policías.

Ahora otro pedacito, obvio de otra escena...

LUCIFER: (mirando al cielo) Ahora sí, te voy a ganar. (al público) Quién puede dudar de dos angelicales monjitas (explota en risas) jajajajajajaj jajajajajaja.

Voy a instruir a Luzbelina y Demoniofeles, perdón a Sor Rita y Sor Raymunda para que convenzan a los pastores de no ir a Belem, y así ganar… ¡ganar! (señalando al cielo) y tú, nada podrás hacer…  bueno si… mirar como gano jajajajajajaja.

Los Ángeles

GABRIEL: (entrando) No estés tan seguro, que del plato a la boca se cae la sopa.

LUCIFER: (que está dándole la espalda a Gabriel, empieza a volverse mientras dice su dialogo) Y, a mí que diablos me importa la so… (asombrado) pas, es Gabriel… remedo de ángel, ¿qué te trae por aquí?

Gabriel se levanta un poco la túnica dejando ver sus zapatos

LUCIFER: Quiero decir, ¿Por qué estás aquí?

GABRIEL: Porque me desplace de allá (señala por donde entro) para acá.

LUCIFER: (Su coraje irá creciendo hasta explotar) Causa, motivo… razón….u circunstancia, por la que mis hermosos ojos tienen que soportar tu horrible presenciaaaaaaaaaaaaa!

GABRIEL: (muy ecuánime) Lucifer, mi presencia se debe, origina u obedece a que tú pretendes, ambicionas u intentas poner piedras en el camino de los pastores.

LUCIFER: Mi estimado Gabriel, estas equivocado. Yo no voy a poner nada en el camino de los pastores, lo que si voy a hacer… es evitar que lleguen a Belem.

GABRIEL: (al público) Con razón lo arrojaron del cielo. (a Lucifer) Lucifer, no puedes ser tan egoísta, negativo y pen…denciero al creer que puedes evitar la navidad.

LUCIFER: (muy seguro) Si creo.

GABRIEL: Y piensas que los ángeles celestiales, o sea nosotros (entran Querubina y Divina, se colocan a la espalda de Lucifer) no haremos algo para ayudar a los pastores.

LUCIFER: (burlón) A ver, a ver… dijiste… ¡nosotros!... los ángeles celestiales. (voltea a su derecha e izquierda) Yo no veo ningún ángel celestial.

Gabriel le hace señas de que voltea hacia atrás, Lucifer voltea y mira a Querubina y Divina que con la mano lo saludan, este regresa de igual forma el saludo, voltea hacia Gabriel y le reclama.

LUCIFER: Tres contra uno… no se vale.

GABRIEL: Y, ¿tus secuaces?

LUCIFER: ¿Mis qué?

GABRIEL: Tus compinches, tus adeptos.

LUCIFER: Si te refieres a Luzbelina y Demoniofeles, serán todo lo que quieras, menos viciosos… en mi infierno cero drogas.

GABRIEL: Adictos no…  adeptos.

LUCIFER: Bueno, eso sí… son un poco ineptos, sobre todo Demoniofeles. (Divina y Querubina caminan hacia a Gabriel y se colocan una a cada lado de él) Y mis leales acompañantes se fueron a dis… (reacciona, va a poner en peligro su plan) este… a dis…

QUERUBINA: (interrumpe) ¡A Disneylandia! (a Gabriel reclamándole) Ya ves, a ellos si les dan vacaciones,  y pagadas, en cambio nosotros… ni a six flags vamos.

DIVINA: Algo no está bien.

QUERUBINA: ¡Claro!... que ellos si tienen vacaciones y nosotros no.

DIVINA: No.

QUERUBINA: ¡Nooooooo!...

DIVINA: Bueno, sí… pero no, lo que no está bien es otra cosa.

QUERUBINA: (señalando a Gabriel) Este de su cabeza.

DIVINA. Si… digo ¡noooo!

GABRIEL: ¡Basta!, Divina tiene razón… algo aquí apesta.

Divina y Querubina señalan a Lucifer, este se huele la axila y hace cara de asco.

GABRIEL: Aparte de esté. (refiriéndose a Lucifer) No es normal que sus demonios no estén… algo más tramas Lucifer.

LUCIFER: (haciéndose el inocente) ¡Yoooooooooo!

GABRIEL: Sí, túuuuuuuuuuuuu.

Vayamos a un pedacito más...

Las Madres

QUERUBINA: Ahora, ¿qué hacemos?

DIVINA: Vamos a esperar a los pastores para avisarles de las malévolas intenciones de Lucifer y su secuaces.

Vemos entras a Luzbelina y Demoniofeles disfrazados de monjas.

“MONJAS”: (cantadito)  Aleluya, aleluya… aleluyaaaaaaaaaa

QUERUBINA: Hermanas… hermanas… (las “monjas” no hacen caso)

DEMONIOFELES: (a Luzbelina) Ahí te hablan, porque yo soy hijo único.

LUZBELINA: Babosa, a las monjas les dicen hermanas. (volviéndose) Lo sentimos, pero el rompope se nos terminó.

DEMONIOFELES: Por allá hay una pulquería y venden un curado de apio de rechupete.

DIVINA: (asombrada) ¡Hermana!

DEMONIOFELES: Bueno, eso dicen… yo, nunca lo probado… ni lo volveré a probar.

GABRIEL: Hermanas, en su camino, ¿de puritita casualidad no vieron a unos pastores?

LUZBELINA: ¿Pastores?... (a Demoniofeles) ¿vimos a unos pastores?

DEMONOFELES: Pastores…mmm pastores, no. No vimos pastores, lo que si vimos fue a dobermans, schnauzer y unos coli...entitos cruzados con callejeros.

QUERUBINA: No. No hablamos de perros.

LUZBELINA: Ah, no… entonces, ¿de qué hablan cuando hablan de pastores?

DIVINA: Pastores, de los que pastorean.

DEMONIOFELES: Ah… de esos… No, tampoco vimos de esos.

GABRIEL: Que raro… ya deberían estar por llegar.

LUZBELINA: Lo que si vimos fue a unos demonios.

ANGELES: (al unísono) ¡Demonios!

LUZBELINA: Sí. Y eran tres.

ANGELES: (al unísono) ¡Tres!

LUZBELINA: Sí. Y se veían enfurecidos, rabiosos… llenos de ira, (mirando a Demoniofeles) uno se veía gordo y feo.

DEMONIOFELES: Ah, si… pus la otra, (mirando a Luzbelina) porque era demonia, se le veía las nachas caídas, las lonjas salidas y los cachetes de marrana.

Luzbelina y de Demoniofeles se miran retadoramente.

DIVINA: Hermanas…

LUZBELINA: Dios nos libre.

DEMONIOFELES: Mejor perro.

DIVINA: Sus nombres.

LUZBELINA: (mirando a Divina) No, pus quien sabe.

QUERUBINA: ¡No saben sus nombres!

LUZBELINA: No, pero si quieren nos regresamos y le preguntamos sus nombres a los demonios.

GABRIEL: No, hermanas… sus nombres de ustedes.

DEMONIOFELES: Ah… yo soy Demo… (Le da un codazo y le quita la palabra)

LUZBELINA: Ella es sor Raymunda y yo sor Rita.

DIVINA: (al público) Quien va a olvidar esos nombres.

QUERUBINA: Hermanas, dijeron que eran tres los demonios, ya describieron a dos… ¿cómo es el tercero?

DEMONIOFELES: (hace el número tres con los dedos de su mano) Así.

QUERUBINA: No… el tercer demonio.

DEMONIOFELES: Ah… el demonio tres es un oooo...ra veras… un cretino, alzado… un pesadito…

LUZBELINA: … Un ser dotado (que se entienda; un cerdo-tado) de pura maldad.

GABRIEL: Hermanas, alguna seña particular, porque lo que nos han dicho son cualidades.

DEMONIOFELES: (molesto) Son payasadas que… ustedes no tienen que soportar lo que nosotros (le da un codazo y le quita la palabra)

LUZBELINA: Lo que nosotras vimos, oímos y olimos… fue algo horrible.

DIVINA: ¡Ese es Lucifer!

GABRIEL: ¿Por dónde dicen que lo vieron?

LUZBELINA Y DEMONIOFELES: (señalando al unísono) Por allá.

DIVINA: Gabriel, busquemos a los pastores.

QUERUBINA: Si Gabriel, los pobres están en peligro.

GABRIEL: (preocupado) Si es que los encontramos… (hace como que les va a preguntar a las monjita por donde)

LUZBELINA Y DEMONIOFELES: (señalando al unísono) Por allá.

GABRIEL: (a Divina y Querubina) Vámonos… (implora al cielo) Ay San Rodolfo Mercader, que los encontremos antes que Lucifer.

DIVINA Y QUERUBINA: Amen.

Un ultimo pedacito....

Vemos entrar  a los pastores un poco desconfiados.

XILA: (a Demoniofeles) ¿Segura de que debemos tomar el restiro?

DEMONIOFELES: Retiro, hermana… retiro. Deben visitar al hijo de Dios libres de pecado.

LUZBELINA: Hermanas, hermano… ¿desde cuándo están libres del terrible pensamiento que ofende a la ley de Dios?

FREDESVINDO: Yo, jamás he pescado…

DEMONIOFELES: Pecado, pecado.

FREDESVINDO: Eso menos.

XILA: Si serás himponcrita… No hoy en la mañana tus pupilas llenas de lascivia y tentación miraban a la vecina con atención.

FREDESVINDO: Este… la miraba con los ojos y fue por educación… porque cuando se saluda hay que mirar a los ojos.

DIGNA: (se pone la mano a la altura del pecho) Y, ¿desde cuándo los ojos están acá?

LUZBELINA: No discutan que es pecado.

DIGNA: Tiene razón la hermana, no hay que invocar al pecado porque Lucifer se puede aparecer.

XILA: (se persigna) ¡Dios nos libre!

FREDESVINDO: Hermanas, ¿de puritita casualidad no traerán un pegue de rompope?... digo, para purificar el alma.

XILA: ¡El Alma!... ¡Tu vicio, que!

DEMONIOFELES: No hermano, se nos terminó… pero allá (señala) venden un curado  de apio de rechupete…  ¿si quieren hacemos ahí el retiro?

DIGNA: (sarcástica) Y nos glorificamos con pulque curado, ¿no?

FREDESVINDO: (emocionado) ¡Yo con un curadito de jitomateeeee!

DIGNA: (le da un zape) Que curado ni que ocho cuartos. El retiro requiere ayuno, rezo y explicación.

LUZBELINA: Expiación hermana, expiación… o sea, quitar las culpas.

DIGNA: Explicación… madres, explicación… o sea, que nos digan de que se trata eso del retiro.

XILA: Ni que jueramos cajeros altomaticos.

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