Anabel

Anabel

Adaptación a la obra “El Suicida y Ella”

De Hugo R. Gómez

Sinopsis:

Una adolescente llega a una solitaria banca de un parque con la plena convicción de acabar con su vida,

cree que los “problemas” por lo que atraviesa su corta vida no tienen solución.

Unas pastillas escoge como instrumento para acabar con su vida… pero se da cuenta que no trae agua… en ese momento se acerca una mujer madura y entablan una plática.

Plática que crece y sin darse cuenta se convierte en confesiones. Donde ambas sacarán de lo más profundo de sus entrañas algo de lo que tienen guardado y lo compartirán.

Personajes:

Anabel

Ella

Al abrir el telón vemos una imagen de un parque, donde una banca bajo un farol es lo único que ambienta la obra.

Escuchamos música instrumental suave.

Vemos entrar a Anabel, lleva en la mano un pedazo de un periódico (es una esquela) que estruja contra su pecho… su mano cae lentamente a su costado.

Música fade out

ANABEL: (grita, de menor a mayor, mientras camina por el escenario)

El “maldita” debe proyectar ira, frustración, desesperación, odio, no precisamente en ese orden.

 Maldita... maldita… maldita… maldita… maldita… maldita… (se detiene y grita) ¡malditaaaaaaa!... (cae hincada y solloza hasta pegar su cara al suelo, da unos manotazos al piso, lentamente levanta su cara… hasta quedar nuevamente hincada, mira al cielo y con un profundo odio dice)  maldita vida… que te he hecho para que me trates así… (mientras se levanta) Dime que te debo… (pausa) nada vida estúpida, no te debo nada. Al contrario…tú me debes… qué?!... cómo que, qué… no te hagas la inocente conmigo… pero sabes qué… ya no te voy a dar el gusto de seguirme maltratando, no señor, ya no… Y todavía tienes el cinismo de preguntarme, por qué? (levanta el pedazo de periódico) cuando por fin mi cuerpo había encontrado fuego en unas tersas manos y pasión en unos labios… que sin pronunciar palabra alguna gritaban ¡te amo!... cuando sin buscar encontré el amor, mandas a tu amante para arrebatármelo de los brazos… eres una mierda…(de rabia a impotencia) ¡mierda, mierda mierdaaaaa!...(pausita) en esos brazos conocí la pasión, (suave se toca los labios) en esos labios la locura…en esos ojos a perderme… (pausa) cuando creí que un poco de luz llegaba a mi existencia y que la felicidad por fin hacia las paces conmigo… (pausa) maldita, te estabas burlando de mi… Toda esa felicidad que albergaba mi ser… no la soportaste (truena los dedos)  y en un instante me la arrebatas dejándome sola otra vez… (pausita) (con odio) ¡perra vida!... Hoy, hace un mes que tu amante, la muerte, vino por mi felicidad… (se lleva el periódico a la boca y le da un beso) descansa en paz mi amor. (dobla el periódico)

Solloza… con voz quebrada pregunta.

Por qué… por qué… por qué… no entiendo por qué me atosigas y fustigas con tanto rencor… que pecado cometí?... nacer te ofendió tanto?... o simplemente quieres divertirte?... (su rostro cambia hasta proyectar coraje) ¡a la mierda contigo! Te lo dije y te lo vuelvo a repetir… ¡se acabó!... nunca más pondrás tu negro y pútrido aliento en mi vida… qué como lo haré?…

Guarda el papel saca unas pastillas…

Se llama oxicodona… una me calma el dolor… pero no el dolor que mi alma soporta por tu culpa. (sonriendo e irónica) Pero diez me harán estar muy pronto lejos de ti y cerca de mi amor, así que búscate otra para fastidiarle la vida… ( mira las pastillas) agua, necesito agua… (busca en su mochila) (saca un chocolate) chocolate, no… (saca un sal de uvas) sal de uvas, no tengo agruras… (hurga en la mochila) agua, agua… no hay agua. (avienta la mochila con coraje y demasiada fuerza que sale del escenario)  pinche suerte, ya nada más falta que me orine un perro.

ELLA: (entrando) Disculpa niña, es tuya esta mochila?

ANABEL: (excusándose) Sí, señora… iba yo corriendo frene y pum, allá fue a dar…

ELLA: Suele suceder cuando pasa… toma (se la da)

ANABEL: Gracias.

ELLA: (mirándola a los ojos) Lloraste?

ANABEL: No, no!... me entro una basura (se talla los dos ojos)

ELLA: En los dos?

ANABEL: Sí… que casualidad, no?

ELLA: Las casualidades no existe.

ANABEL: No?

ELLA: Todo pasa por una razón.

ANABEL: Así que nada por casualidad.

ELLA: Nada… y tampoco por suerte.

ANABEL: Entonces por qué suceden?

ELLA: Por causalidad.

ANABEL: Qué no es lo mismo?

ELLA: Son palabras muy parecidas, pero con un significado muy distinto.

ANABEL: Déjeme ver si entendí… si otra muchacha y yo vamos a la misma fiesta y llevamos el mismo vestido… no es casualidad?

ELLA: No. Primero déjame aclarar que no llevan el mismo vestido, muy parecido sí… y no, no es casualidad, es causalidad…

ANABEL: Pero por qué?

ELLA: Las dos tienen gustos similares y fueron, quizá, a la misma tienda y compraron el mismo modelo de vestido.

ANABEL: Si voy a la casa de… mi tía, y todos tienen gripe… pero no me contagio, apoco no es casualidad?

ELLA: Pues fíjate que no. No es casualidad, es a causa de las buenas defensas de tu organismo.

ANABEL. (sarcástica) Ah… entonces, las enfermedades, heridas, el Amor, momentos perdidos o encontrados… ninguno son por la casualidad.

ELLA: Ninguno.

ANABE: Entonces por qué ocurren?

ELLA: Para probar los límites de nuestras almas?

ANABEL: (incrédula) Así que la vida es una sucesión de pruebas!?

ELLA: Sin estas, digamos, pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave, lisa, cómoda, segura… sin chiste, aburrida…

ANABEL: Insípida.

ELLA: Tan insípida como comida sin sal.

ANABEL: Y las malas experiencias… también son causalidades?

ELLA: Quizás sean las más significativas en nuestras vidas.

ANABEL: A ver… si alguien nos hiere, nos traiciona o rompe nuestro corazón… (sarcástica) Qué… apoco le damos las gracias porque nos ha enseñado algo?

ELLA: No lo estas entendiendo…

ANABEL: Si lo hago… es tener más cuidado de a quien le abrimos nuestro corazón.

ELLA: ¡Exacto!...

ANABEL: Bueno, pues muchas gracias por la clase (sarcástica) causatología avanzada. Y con su permiso voy por agua.

ELLA: Para beber?

ANABEL: Sí. Para beber.

ELLA: Lo que es el destino, acabo de comprar dos botellas. (saca una de su bolsa) si tienes sed te doy una?

ANABEL: No tengo sed, son para que me tome unas pastillas para (corto silencio) unas vitaminas.

ELLA: Cómo te llamas?

ANABEL: Anabel.

ELLA: "La graciosa"

ANABEL: Oiga, no sea llevadita, eh.

ELLA: Perdón, no quise ser grosera… lo que quise decir es que Anabel… en hebreo significa "la graciosa"

ANABEL: Allá… pero estamos en México y no significa eso.

ELLA: Tienes razón, lo correcto es Ananías, que quiere decir "Dios ha sido misericordioso"

ANABEL: (sarcástica) Uy, si… misericordioso… y sobre todo conmigo.

ELLA: Te ves muy joven para albergar tanta tirria en tu alma.

ANABEL: Cuantos años cree usted que tengo??

ELLA: Déjame ver… (la observa) en la actualidad se visten como de 20 y tienen 15… se maquillan como de 25 y tiene 16… y las que reniegan de todo tienen… ¡ya, sé!... tienes 17.

ANABEL: Bruja.

ELLA: Que paso… ya así nos llevamos?

ANABEL: No, para nada… y lo que quise decir, es que le atino. Tengo 17 años.

ELLA: Estas en la plena efervescencia de juventud… Ya me imagino a los muchachos suspirando por un beso tuyo.

ANABEL: Pues le falla la imaginación… (ríe) suspirando por un beso…

ELLA: Que raro, porque yo a tu edad… (truena los dedos) aquí los traía.

ANABEL: Bueno, es que en esa época se usaba un garrote para conquistar a la mujer. (ríe)

ELLA: Me estás diciendo vieja cavernícola?

ANABEL: Discúlpeme, fui muy grosera al llamarla vieja.

ELLA: Vieja estoy, lo sé y estoy muy orgullosa de llegar a mi edad… ojala tu llegues a mi edad, sana y llena de vida.

ANABEL: (ve las pastillas) Lo dudo…

ELLA: No te escuche, ¿qué dijiste?

ANABEL: Que lo dudo… porque la depresión, el estrés y la ansiedad mata a cualquiera.

ELLA: Sabes que es la depresión?

ANABEL: Es cuando la tristeza te invade.

ELLA: Pues si… pero no.

ANABEL: Entonces que es?

ELLA: Exceso de pasado.

ANABEL: No entiendo.

ELLA: El pasado ya pasó…

ANABEL: Sí.

ELLA: Y lo que paso ya no regresa.

ANABEL: Es verdad. Nada pasa dos veces por el mismo lugar.

ELLA: Entonces porque permitir que acose tu presente?

ANABEL: No sé… quizá sea porque el pasado es, en mi vida, el de mayor tiempo?

ELLA: Tiempo… sabes para qué sirve el tiempo?

ANABEL: (dudando) Para olvidar?

ELLA: Al contrario… sirve para que nunca olvides tres tipos de personas.

ANABEL: Las buenas, las malas y las feas.

ELLA: No, mi’jita… Las que te ayudaron en situaciones difíciles y sin pedir algo a cambio… las que te abandonaron en situaciones difíciles…

ANABEL: Como se les llama a esos… ah, sí… ojetes.

ELLA: Niña!... Y por último, las personas que te pusieron en situaciones difíciles.

ANABEL: Y qué gano con saber eso?

ELLA: Experiencia, sufrimiento, dolor y alegrías.

ANABEL: Eso sí.

ELLA: Retomando… si sabes que es el estrés?

ANABEL: Es como presión.

ELLA: Pues si… pero otra vez no.

ANABEL: Entonces dígame que es?

ELLA: Exceso de presente.

ANABEL: Cómo está eso?

ELLA: El presente es el instante más corto en tu vida.

ANABEL: Pero el presente es este.

ELLA: Para cuando te responda ya será pasado.

ANABEL: Y cuál es el punto?

ELLA: Si el presente es un diminuto momento… porque presionarse tanto, si en segundos se vuelve en pasado.

ANABEL: Y el pasado ya paso.

ELLA: Exacto.

ANABEL: Y la ansiedad exceso de qué es?

ELLA: De futuro.

ANABEL: Ya entendí lo del pasado y el presente… pero el futuro… cómo?... si aún no pasa.

ELLA: Ese es el punto… te estas llenado de ansiedad por algo que aún no pasa y quién sabe si pasará.

ANABEL: O sea que me preocupo por nada!

ELLA: Tú lo has dicho.

ANABEL: Pues otra vez gracias por la clase.

ELLA: De nada.

ANABEL: Y si no es molestia… (estirando la mano) el agua… que urge.

ELLA: Urge… tenía mucho que escuchaba esa palabra…urge (medita un momento) sabes que realmente si urge?

ANABEL: Aparte del agua… mmm… no.

ELLA: Urge que te des tiempo para ti.

ANABEL: Y quien le dijo que no me doy tiempo para mi?

ELLA: No te pintas, tu ropa no refleja alegría… tu voz es áspera… tu actitud a la defensiva… así o le sigo?

ANABEL: Ya entendí.

ELLA: Y sabes que más te urge…

ANABEL: No. Según usted que me urge?

ELLA: Caminar descalza, contemplar el atardecer, mirar hacia arriba, sonreír, corretear tu sombra, gritar sin motivo… entre otras miles de cosas.

ANABEL: (burlona) únete a los optimistas abre tus alas, levanta el vuelo, siéntete triunfador…

ELLA: La felicidad no es un destino, es un camino…

ANABEL: Empedrado, lleno de baches, topes y curvas peligrosas.

ELLA: Anabel… te apellidas Contreras?

ANABEL: Soy realista.

ELLA: Eres pe… ro muy negativa.

ANABEL: Decir lo que pienso, es ser negativa?

ELLA: No es lo que piensas… sino como lo dices, el tono que usas y los matices dramáticos que le das.

ANABEL: (estirando la mano) El agua por favor.

ELLA: Anabel, eres muy joven para tomar vitaminas…

ANABEL: Indicaciones del doctor.

ELLA: Eso déjalo para mí, que a mi edad necesito tomar varias; “A” para la vista, “B12” para mis glóbulos rojos, la “E” para mi cutis y una vitamina para la memoria, por cierto es buenísima, como se llama, como se llama?...ni me acuerdo, pero son retebuenas.

ANABEL: Se nota… y con respecto al agua… (con la mano hace mímica de que se la dé)

ELLA: Claro. (hace que le va a dar la botella y sutilmente se arrepiente) Y, tú para que tomas vitaminas?... (a partir de este momento tendrá la botella de agua en sus manos)

ANABEL: (cortante) Ya le dije.

ELLA: No seas malita, recuérdamelo otra vez.

ANABEL: Porque me las receto el doctor.

ELLA: ¡Doctores!... ¡benditos doctores!... Los doctores de hoy recetan vitaminas para todo… cansancio, memoria, potencia… impotencia…

 

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