Doña Solferina
Episodio III: La Vecina
De Hugo R. Gómez
En este, quizá último, episodio conoceremos a Doña Catita, la vecina
metiche de la cuadra, quien se
jacta de saber vida y obra de todos… además de chismosa, en sus tiempos mozos, fue querida del pelón de Jacinto, el tendero… de un teniente del ejército, del lechero, el carnicero, el panadero, el de la botarga del doctor Símil, el velador, el voceador, del que toma la lectura del agua y, cómo hacerle el feo al lecturista de la luz. Su esposo, con quien se casó a la edad, ya nada tierna, de 32 años… sabe, desde hace mucho tiempo, que es estéril… pero no le reclama su disipada y agitada vida pasional… total los niños llevan su apellido, los mantiene y educa… así que por derecho ya son suyos. Por suerte se parecen a la madre, aunque algunos familiares dicen que se parecen a él… eso dicen nomás por educación y para no entrar en conflictos de que este, está chinito y este otro lacio, o aquel esta morenito y los demás son blanquitos… cosa que no le apena ni le quita el sueño, porque su filosofía dice; Es más padre el que crie, que el que engendra. Y como tiene puros varoncitos dice, con gran sentido del humor, que ya sólo le falta uno para completar un equipo de futbol… cosa que dudamos, porque Catita ya está en el FBI, no, no es lo que piensan, FBI son las siglas de Fuerzas Básicas del Insen, hoy Inapan, ya que a sus 50 años, aún está inquieta y activa, por cierto… se le ha visto con bastante frecuencia en la iglesia, muy bien ataviada y dejando ver algunos de sus mallugados encantos… lo que intriga, es si va sobre el monaguillo, algún feligrés… o el cura!... espero sea algún feligrés, sino seguramente perderá su lugar en el cielo ja, ja.
jacta de saber vida y obra de todos… además de chismosa, en sus tiempos mozos, fue querida del pelón de Jacinto, el tendero… de un teniente del ejército, del lechero, el carnicero, el panadero, el de la botarga del doctor Símil, el velador, el voceador, del que toma la lectura del agua y, cómo hacerle el feo al lecturista de la luz. Su esposo, con quien se casó a la edad, ya nada tierna, de 32 años… sabe, desde hace mucho tiempo, que es estéril… pero no le reclama su disipada y agitada vida pasional… total los niños llevan su apellido, los mantiene y educa… así que por derecho ya son suyos. Por suerte se parecen a la madre, aunque algunos familiares dicen que se parecen a él… eso dicen nomás por educación y para no entrar en conflictos de que este, está chinito y este otro lacio, o aquel esta morenito y los demás son blanquitos… cosa que no le apena ni le quita el sueño, porque su filosofía dice; Es más padre el que crie, que el que engendra. Y como tiene puros varoncitos dice, con gran sentido del humor, que ya sólo le falta uno para completar un equipo de futbol… cosa que dudamos, porque Catita ya está en el FBI, no, no es lo que piensan, FBI son las siglas de Fuerzas Básicas del Insen, hoy Inapan, ya que a sus 50 años, aún está inquieta y activa, por cierto… se le ha visto con bastante frecuencia en la iglesia, muy bien ataviada y dejando ver algunos de sus mallugados encantos… lo que intriga, es si va sobre el monaguillo, algún feligrés… o el cura!... espero sea algún feligrés, sino seguramente perderá su lugar en el cielo ja, ja.
Con el pretexto de llevarle un té
(que no es otra cosa que caña, de la huasteca, con canela) para que recobre su
color de piel, porque según Catita, Solferina está muy pálida… entablarán una
plática donde se contaran parte de sus vidas y chismearan con su respectiva
tijera… desde el barrendero hasta el señor presidente.
Catita
y Solferina no eran muy amigas que digamos, solo se saludaban y eso cuando se
encontraban de frente… pero conforme pase el tiempo y la plática vaya
adquiriendo color al calor del tecito… se volverán mejores amigas, bueno… hasta
comadres saldrán.Vituperio / 02 Personajes / 60 min. / Clasf. B
Personajes:
Doña Solferina
Catita
La obra transcurre por completo en la sala.
Al abrir el telón vemos entras a Solferina, se coloca los
audífonos de su celular empieza a menearse al ritmo de la música que escucha y
empieza a cantar un pedacito de canción.
SOLFERINA: Ah, ha, ha,
ha, stayin’ alaif, stayin’ alaif… Ah, ha, ha, ha, stayin’ alaif… sambary gelmi.
Se detiene y lanza un pasito de baile.
No escucha a Catita que está gritando.
CATITA EN OFF: Vecina…
Vecinita… Doña Solferinaaaaaaaaaaa.
Vemos entrar a Catita con una bolsa en mano, va hacia
Solferina y la toca por la espalda.
Solferina se asusta
SOLFERINA:
Pero qué… ah, es usted. (quitándose los
audífonos)
CATITA:
Disculpe el atrevimiento, pero como estaba la puerta abierta, y le llamaba y
llamaba pero no contestaba, pus me metí pa’dentro.
SOLFERINA:
Estaba escuchando a los Bee Gees, por eso no la oí.
CATITA: Bendito sea el señor… porque
como no me contestaba, pense lo pior… y me dije; Cata, si estan abusando de
ella, entra y hazle el paro…
SOLFERINA: Gracias por sus nobles
intenciones.
CATITA: Que agradece… pero si algun
día le estan dando sus … usted me entiende, no dude en llamarme.
SOLFERINA: Espereremos que no haga
falta. Y, a todo esto… a que debo su visita?
CATITA: El otro día la vi muy
demacrada y palida, palida… parecia fantasma.
SOLFERINA: Cuando sería… Ah, sí… fue
cuando me comí unos sopes, dos de tierritas y dos de pancita en el puesto de
doña Pachita y pase una noche… espantosa… con frecuentes visitas al baño.
CATITA: Tuvo chorrillo.
SOLFERINA: Este… sí.
CATITA: De segurito fue la panza.
SOLFERINA: Le estoy diciendo… parecia
pelea de gatos aquí dentro.
CATITA: La panza de los sopes.
SOLFERINA: Ah, sí… creo que estaba
cruda.
CATITA: Cuando le vuelva a dar seguidillas,
un tecito de tapacola y santo remedio.
SOLFERINA: Lo tomare en cuenta…
CATITA: Como me quede muy preocupada
por el color de su cara, me dije… Cata, preparale el tónico que te hacia tu
abue para cuando andabas palida y desganada… y sin más que lo hago y aquí lo
tiene. (sacando de la bolsa un frasco)
SOLFERINA: No se hubiera molestado…
CATITA: No es molestia… andele (destapando el frasco) echese un trago y
vera que le luego, luego le regresa el color.
SOLFERINA: Al ratito… es que acabo de
tomar un antigripal y ya sabe… no es bueno mezclar, ni automedicarse.
CATITA: Presteme un vasito por favor.
SOLFERINA: Si. (va a la cocina)
CATITA: Ah, que pinche vieja tan
desconfiada, uno preocupandose y ella dudando de mis buenas intenciones… eso me
saco por buena gente… (pausita) o… pensará
que es veneno?
SOLFERINA: (con dos vasos desechables) Aquí tiene. (le da uno)
CATITA: No tiene de vidrio? (aparte) no tengo lepra.
SOLFERIANA: Es que tuve reunion y
todos estan sucios. (aparte)
Mugrosa, quien sabe donde metio el hocico.
CATITA: (sirviendo un poco en el vaso) Me voy a tomar un poco para que vea lo
bueno que es. (no bebe)
SOLFERINA: No lo dudo, no lo dudo…
pero ya le comente que estoy tomando medicina… oiga, huele bien.
CATITA: Es que esta hecho con destilado
de mosto, yerbas aromaticas y una pizca de canela… (aclarando) canela fina, eh… no de la que venden en el mercado.
SOLFERINA: Si tiene canela de la
fina… no le voy hacer le feo. (agarra el
otro vaso y le pide que le sirva. Bebe)
CATITA: Despacito y poquito.
SOLFERINA: Ah,Dio… esta fuerte la
canela fina… y quema, eh.
CATITA: Al principio…
SOLFERINA: Y, cada cuando se toma?
CATITA: Como agua de tiempo. Ya vera
que para mañana esta reterepuesta.
SOLFERINA: Pero no me siento mal.
CATITA: Así mismito decia mi
comadrita, y la pobre ya no cargo los peregrinos.
SOLFERINA: Se lastimo un brazo?
CATITA: Bueno fuera… se murio.
SOLFERINA: Se murio!
CATITA: Todita, de los pies a la
cabeza.
SOLFERINA: Por tomar (le muestra el vaso y lo mueve)
CATITA: Por no tomarselo… fijese, y
no es que sea chismosa, pero mi comadrita… que Dios la tenga en su santa
gloria… era muy desidiosa.
SOLFERINA: Pero eso no es un chisme,
es una apreciación.
CATITA: Si, hombre… y si viera cuanto
la apreciaba.
SOLFERINA: (sonriendo) Ah, que su comadre… y, por qué dice que era desidiosa?
CATITA: Porque decia una cosa y luego
decia otra.
SOLFERINA: Eso es indecisa, dudosa…
irresoluta.
CATITA: Bueno, si fue re, re…re, pero
con los suyo… a nadie le pidio prestadas las suyas.
SOLFERIAN: No, no.. yo me referia a…
CATITA: (interumpe) Nada, nada… no es bueno hablar de los muertos… que tal y
se enoja, viene y nos jala las patas.
SOLFERINA: Yo no creo en fantasmas.
CATITA: Pues deberia… apoco no sabe
que esta colonia esta contruida sobre lo que fue un pantión?
SOLFERINA: No…
CATITA: Y dicen, los chismosos, que
no sacaron a los difuntitos.
SOLFERINA: Los muertos , muertos
estan.
CATITA: Y que sus almas en pena salen
por las noches.
SOLFERINA: Mentes calenturientas.
CATITA: Yo por la dudas tengo, en la
puerta principal, hojas de laurel, una herradura roja y la estampa de San
Miguel Arcángel para alejar a los demonios.
SOLFERINA: Yo no tengo nada y siempre
dejo la ventana abierta.
CATITA: De veras no le preocupa?
SOLFERINA: En lo mas mínimo.
CATITA: No supo lo que le paso a mi
vecina de enfrente?
SOLFERINA: Nooo¡… qué le paso?
CATITA: Le hicierón un chamaco.
SALOFERINA: Eso no es cosa de
fantasma, es de humanos.
CATITA: Permitame que disfiera…
SOLFERINA: Y por qué (marcandole el error) difiere.
CATITA: Disfiero, porque yo oía como
gritaba la pobre muchachita… el chamuco la estaba poseyendo… (se sacude)
SOLFERINA: Eran gritos de dolor?
CATITA: (detiene los movimientos) Primero sí… pero despues no.
SOLFERINA: Cómo?
CATITA: Porque pasaron de (de dolor) ay, ay ay… a (de gusto) ayyy..ayyyy… ayyy.
SOLFERINA: Por los gritos finales,
estoy seguro que no era el chamuco quien la poseía. CATITA: Algún súcubo o íncubo?
SOLFERINA: Tampoco…
CATITA: Entonces que tenía?
SOLFERINA: Para mi que tenía dolores
estomacales y estaba sufriendo aferrada a la taza del baño.
CATITA: Nooo doña Solferina… con
estos ojos que se han de comer los gusanos, vi salir por la ventana al fantasma
abusador.
SOLFERINA: Volando!?
CATITA: No!... brincando y despues
corriendo.
SOLFERINA: Ay, Catita no sea ingenua,
ese tiene de fantasma lo que yo de pitonisa.
CATITA: (asombrada) Tiene usted los dos sexos!... por eso no se ha casasdo… ya
lo decia yo; Solferiana es muy rara… no veo hombre en su vida… pa’mi que es
desviana.
SOLFERIAN: Ya, ya… pare su tren. Y no
es desviana, es lesbiana… y que quede claro… soy mujer de arriba… abajo.
CATITA: Entonces porque dijo… que lo
que tiene de… (asqueada) eso que a
los hombre, por enfrente, les cuelga de adorno.
SOLFERINA: La corbata?...
CATITA: Nooo… lo de pito… ay, me da
vergüenza repetirlo.
SOLFERINA: Pitonisa es adivina.
CATITA: Bruja!... ahora entiendo
porque la ventana abierta.
SOLFERINA: Lo de la ventana abierta?!
CATITA: Sí… Es para salir volando.
SOLFERINA: Ve usted mucha televisión
y eso hace (a la cara) estupidas a
las personas.
CATITA: Lo dice la que tiene tele
hasta en el baño.
SOLFERINA: (sorprendida) Y usted como sabe eso?!
CATITA: El del Cable es mi amigo… y
me conecto gratis.
SOLFERIAN: (sarcástica) Nada más le conecto el cable?...
CATITA: Ya nos deviamos mucho del fantasma,
no?
SOLFERINA: Que no es fantasma.
CATITA: Entonces el hijo no es
fantasmagotico?
SOLFERINA: Por Dios, noooo. Es un
niño normal.
CATITA: Tanto bla, bla, bla… me dio
sed. Con su permisito le voy a dar un traguito.
SOLFERINA: Antes, sirvame otro
poquito del tonico de su abuela.
CATITA: Se lo voy a llenar.
SOLFERINA: Salud.
CATITA: Salud.
Ambas beben
CATITA: Sigue quemando?
SOLFERINA: (saborea) Ya no tanto.
CATITA: Ya esta haciendo efecto. Vera
que en ratito adios cansancio y los cachetes se le van a por colorados
colorados.
SOLFERINA: Mientras no sean inflados,
inflados..
Ambas ríen.
SOLFERINA: Bueno, no es que la corra,
pero tengo que salir.
CATITA: A dónde va?
SOLFERINA: Al mercado.
CATITA. Tenga cuidado, dan kilos de
800 gramos.
SOLFERIAN: Digame, dónde no roban?
CATITA: En… (pausita)… en… en…
SOLFERINA: Todos lados!… va uno a
cargar gasolina y zaz… litros que no son litros.
CATITA: Los del gas no tienen perdón
de Dios… compra un tanque de 20 kilos y la mitad es agua…
SOLFERINA: Hasta el pelón de Jacinto
te mete sus pellizcos.
CATITA: El de la tienda!?
SOLFERINA: Ese mismito.
CATITA: Y como te roba?
SOLFERINA: En las cuentas… te hace la
suma y ya te cobró los dos pesos de más.
CATITA: Pinche pelón encajoso…
SOLFERINA: Bueno, como le decia, voy…
(mímica de salir)
CATITA: Yo tambien voy… a echarme
otro trago del tónico, pal coraje. (bebe)
SOLFERINA: (resignada) Voy más al rato al mercado.
CATITA: Que bueno, así seguimos
platicando.
SOLFERINA: (mirando el vaso) Como agua de tiempo, verdad?
CATITA: Así es… y hablando de tiempo,
como ha cambiado… hace un mendigo frío que congela los huesos, llueve que
parece diluvio y el calor, pa’ su mecha pus que el infierno.
SOLFERINA: No es el tiempo lo que ha
cambiado.
CATITA: Ah, no.
SOLFERINA: Es el clima.
CATITA: Bueno, clima, tiempo… lo que
sea me entendio.
SOLFERINA: Eso sí.
CATITA: Y la culpa de esto, es del
gobierno.
SOLFERINA: Por qué del gobierno?
CATITA: Se pasan las leyes por el
arco del triunfo y permiten la desflorestación.
SOLFERINA: (da un sorbo) La qué?
CATITA: Eso de que tumban arboles y
manglares valiendoles madres la vida.
SOLFERINA: Es, (sarcastica) en aras del progreso.
CATITA: Por favor… progreso de qué?…
y en aras… pero de sus bolsillos, porque se los llenan de billetes los… aichs,
que coraje me da. (un sorbo)
SOLFERINA: Oíga, siento medio dormida
la quijada.
CATITA: Ha de ser de muina… porque, no me diga que no le
dio coraje lo de ecofastidio?
SOLFERINA: Por qué no cuidamos el
único mundo que tenemos?
CATITA: Por conejos…
SOLFERINA: Por conejos?
CATITA: Es que no quiero decir por…
ambiciosos.
SOLFERINA: Los pecados capitales
mueven al mundo.
CATITA: Yo conozco el de la ira.
SOLFERIAN: Ah, sí… y dónde lo
conocio?
CATITA: Cuando fui a denunciar un
abuso de autoridad.
SOLFERINA: Cuente… qué paso?
CATITA: Que llego al MP y que le
digo: señor vengo a denunciar un hecho de corrupción corrompida de las
autoridades penitentes.
SOLFERINA: Competentes, autoridades
competentes.
CATITA: Si fueran competentes no
habría tanto criminal libre dizque porque no se hizo el debido proceso.
SOLFERINA: Bueno, eso sí. Pero hizo
la denuncia?
CATITA: Y la renuncia tambien.
SOLFERINA Renuncia!?.... de qué!?
CATITA: De lo que fui a denunciar.
SOLFERINA: Y por qué lo hizo?
CATITA: Me dijeron, primero muy
amables, que no era correcto lo que estaba haciendo, y cuando les dije que
tampoco lo que me hicieron… que cambian el tono de voz y que me dicen: ira, ira
inche vieja chimolera, más vale y quites la demanda porque los accidentes no
avisan… y así conocí el pecado de la ira.
SOLFERINA: Que barbaridad… en manos
de quién estamos?
CATITA: De un puñado que todo lo
quieren para ellos.
SOLFERINA: Avaricia.
CATITA: Aunque saben que estan mal no
lo aceptan.
SOLFERINA: Soberbia.
CATITA: Quieren tener para ellos lo
que es de todos.
SOLFERINA: Envidia.
CATITA: Y mientras que unos comen
tortillas con chile… y, a veces no hay tortillas… otros comen y comen y comen.
SOLFERINA: Eso es gula.
CATITA: Y si estar sentadito,
levantando el dedito y echandose su dormiditas creen que es trabajar… pus
estamos jodidos, porque eso es…
SOLFERINA: ¡Pereza!
CATITA: Sí!?.. es eso, o … es hacerse…
SOLFERINA: Es pereza.
CATITA: Si usted lo dice. Oíga,
deberian incluir, en los pecados capitales, las promesas de campañas…
SOLFERINA: Uy, necesitarian ampliar
el infierno al doble.
CATITA: Es que juegan con nuestros sentimientos…
nos hacen creer que dejaremos de ser tercermundistas…
SOLFERINA: Puro atole con el dedo.
CATITA: Ah, como me acuerdo de la
celebre frase… Tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia."… más
atolito.
SOLFERINA: Recuerda está: “defenderé
el peso como un perro”…
CATITA: Claro, como olvidar que al
otro día el peso se devaluo.
SOLFERINA: En ese periodo fue del 866
%
CATITA: Y al siguiente del 1,443 %.
SOLFERINA: Yo no entiendo, tenemos
mar, petroleo, selvas, oro, plata…. Que nos falta…qué nos falta?
CATITA: Acabar con la corrupción,
corruptos y sus derivados.
SOLFERINA: Y hablando de acabar.
Sería pecado no mencionar esta frase… “Ni los veo, ni los oigo!
SOLFERINA: Bueno, eso es siempre… excepción
cuando necesitan de nuestro voto.
CATITA: Entonces, si nos ven y si nos
oyen… hasta se toman la foto con medio mundo.
SOLFERINA: Dandole el besito al niño
humilde.
CATITA: Comiendo sopes y quezadillas…
SOLFERINA: Platicando con ancianos…
selfies con medio mundo.
CATITA: Cuando estan en campaña hasta
parecen humanos.
SOLFERINA: Si verdad… demuestran un
poco de sentimientos…
CATITA: Tantita sensibilidad y algo
de humildad.
SOLFERINA: Regalan despensas, sillas
de ruedas, muletas, medicinas…
CATITA: Con dinero de su bolsa!?
SOLFERINA: Con dinero de nuestros
impuestos!
CATITA: Son más fingidos que la lucha
libre y las telenovelas de televisa juntos.
SOLFERINA: Una campaña política es un
esfuerzo concentrado para quitar a un grupo de políticos que, para ellos, son
malos.
CATITA: Y poner a otros que se creen
mejores… o sea ellos.
SOLFERINA: No existe el ladrón
honesto.
CATITA: Hablan, dicen, prometen… pero
no cumplen.
SOLFERINA: “Voy a ser el presidente
del empleo”
CATITA: Y cumplio… le dio empleo a
toda su prole.
SOLFERINA: Del mismo cuate: Gané las elecciones: Haiga sido como haiga
sido.
CATITA: Ya ni yo que solo llegué a
primero de secundaria.
SOLFERINA: Se nos escapa alguna?
CATITA: “Podré no recordar el nombre
de algún autor, pero debe quedar muy claro: Lo que no se me olvida es la
violencia, la pobreza y la desesperanza que vive el país”
SOLFERINA: A mí no se me olvida la
frustración de millones de jóvenes, que habiendo estudiado, no encuentran un
empleo digno.
CATITA: Una duda me quita el sueño.
SOLFERINA: Cual?
CATITA: Si nosotros, a través del voto,
somos los que les damos la oportunidad de servirnos… Por qué nos tratan como
lacayos, y a veces como esclavos, mientras ellos viven como reyes, haciendo y
deshaciendo a su antojo el país?
SOLFERINA: Debiera haber una clausula
que diga: si no cumplen con el juramento de Prometo guardar y hacer guardar… los
quitamos del cargo.
CATITA: Algún día… algún día llegará
alguien que no se sirva del pueblo y sirva al pueblo.
SOLFERINA: Sueños guajiros.
CATITA: Tanta desilusión me abruma,
necesito un trago del tónico de la abuela… (agarra su vaso) salud.
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