El Cubrebocas

Introducción

A un poco más de un año de la pandemia y de las desgracias tan grandes que ha dejado en

la salud, economía, en lo familiar y emocional, hay quienes aún se niegan a creer que la enfermedad existe, se rehúsan a las medidas de prevención y repudian a las personas que les piden usen cubrebocas para proteger no solo a su persona, sino a los que se encuentran alrededor.

Sinopsis

Esta es la historia de Julieta, quien ha vivido los estragos de la pandemia, sufrido estrés por el encierro y como escape, burla o ironía, o quizá todo junto, ha decidido festejar el aniversario del uso del cubrebocas.

La obra sucede por completo en el comedor.

PERSONAJES

Julieta                                 

Doña Remedios

Raymundo (gay)

Al abrir el telón, escuchamos las mañanitas y vemos entrar a Julieta con cubrebocas, un pastel en las manos, al terminar la música, canta…

 

ESCENA I

Julieta

 

JULIETA: Cumpleaños fatal,

que la pases muy mal…

se te pudra el tamal

y no vuelvas jamás.

Tan, tan.

 

Deja el pastel en la mesa, se quita el cubrebocas, lo mira y le dice.

 

Felicidades campeón, ya un año juntos.

 

Lo avienta a la mesa.

Con el dedo agarra un poco de merengue y se lo lleva a la boca.

 

mmm… sabe a… desencanto… un poco amargo… (con el dedo se lo restriega en las encías) ya encontré el aburrimiento… (saborea) aquí está la depresión… (le mete otra vez el dedo) vamos a coger otro poco… (antes de llevarse el pedazo de pastel a la boca, ríe fuerte) (riendo) coger…

ESCENA II

Julieta y Doña Remedios

VEMOS ENTRAR A SU MADRE, DOÑA REMEDIOS, QUIEN SE PARA Y ASOMBRADA ESCUCHA.

repetirá coger en diferentes tonos, siendo el último un grito. Cogeeeeeeeeeeeeeeeeeer.

DOÑA REMEDIOS: ¡Julieta!... ¡Por Dios!... controla al animal.

JULIETA: ¡Mamá, no es lo que crees!…

DOÑA REMEDIOS: Yo sé lo que se siente estar en ayunas…

JULIETA: (apenada) De verdad, no…

DOÑA REMEDIOS: Tu padre, uyyyy… hace años que ya no aplica.

ESCENA III

Julieta, Doña Remedios y Raymundo

 

VEMOS ENTRAR A RAYMUNDO (CON CUBREBOCAS) QUE SE UNE A LOS APLAUSOS.

RAY: ¡Bravo, bravo!… (se quita el cubrebocas) ¿Quién cumple años? ¿usted, Doña Remedios?

DOÑA REMEDIOS: No.

RAY: (asombrado) ¡Julieta! Por qué no me dijiste, te hubiera comprado un presente.

JULIETA: Tu amistad es el mejor regalo.

RAY: Permite poner los refrescos, ahorita vuelvo, no tardo. (sale)

 

ESCENA IV

Julieta y Doña Remedios.

 

DOÑA REMEDIOS: Sabe mi nombre... ¿Quién es?

JULIETA: Es Ray…

DOÑA REMEDIOS: Si, me di cuenta.

JULIETA: No, mamá…

DOÑA REMEDIOS: Ay, hija... cómo no.

JULIETA: Que no.

DOÑA REMEDIOS: Por favor, Julieta… reconozco que estas nuevas generaciones son especiales, frágiles, que casi por todo se molestan, que no quieren compromisos y menos tener hijos…

JULIETA: (levanta la mano)

DOÑA REMEDIOS: Excepto tú… Que no pueden trabajar ocho horas, que no quieren dejar el hogar familiar, que tienen poca tolerancia a la crítica…

JULIETA: (interrumpe) ¡Ya párale! Dije que es Ray… Ray-mundo

DOÑA REMEDIOS: ¿¡Ray… mundo, tu vecino!?... ¿al que ayudaste con su tesis?

JULIETA: Ese mérito.

DOÑA REMEDIOS: ¡No lo puedo creer!... tan fino y educado… hasta me gustaba para yerno. ¿Pero qué le pasó?

JULIETA: Nada. Simplemente decidió vivir su vida y hacer a un lado el que dirán.

DOÑA REMEDIOS: ¡Bien por él!, no como tu tío Héctor, siempre cuidándose.

JULIETA: Pobrecito, murió solo y abandonado.

DOÑA REMEDIOS: Como perro sin dueño.

JULIETA: Sino fuera porque evolucionamos, seguiríamos en la época del ocultismo, prejuicios y mentes estrechas.

DOÑA REMEDIOS: Hablando de eso… como que ya se tardó Ray con los refrescos, ¿no?

JULIETA: Sí, verdad. (agarra el celular) Le voy a llamar. (empieza a marcar)

ESCENA VI

Doña Remedios y Ray

 

DOÑA REMEDIOS: (saca de su bolsa un trapo y un spray con desinfectante) Limpia la mesa mientras voy por las cosas. (va a la cocina)

RAY: (quejándose mientras escombra la mesa) Igualita a mi madre… Haz esto, lava aquello, levanta eso… por qué no dicen (enfático) ¡Por favor!... (voz gentil) por favor levanta, por favor acomoda… por favor, por favor… ¿acaso es mucho pinche pedir?

DOÑA REMEDIOS: (entrando) ¿Qué dices?

RAY: Que ya está limpia. (señala la mesa)

DOÑA REMEDIOS: (pone las cosas en la mesa) Ahora, ve a lavarte las manos para que me ayudes.

RAY: (voltea a ver al público y con movimientos de labios dice: Por favor) (sale)

DOÑA REMEDIOS: ¿Qué vamos a hacer con esta generación? (enumera con sus dedos) Les pesa hacer las cosas, parecen de cristal, todo quieren en la boca… si hubieran crecido en mi época, en la primera chinga se mueren.

VEMOS ENTRAR A RAY AGITANDO LAS MANOS PARA SÉCALAS.

 RAY: Listo, señora. ¿En qué le ayudo?

DOÑA REMEDIOS: Siéntate y tú los partes.

RAY: (antes de sentarse se restriega las manos contra el pantalón)

DOÑA REMEDIOS: (que miró la acción) Las manos… extiéndelas.

RAY ACATA LA ORDEN Y DOÑA REMEDIOS LE ROCÍA DESINFECTANTE.

RAY: Pero si ya me las lave.

DOÑA REMEDIOS: Y te las secaste con el pantalón, cochino.

SE SIENTAN Y, EN SILENCIO, EMPIEZAN A PREPARAR LOS SÁNDWICHES. DOÑA REMEDIOS LOS PREPARA, RAY LOS PARTE EN TRIANGULITO Y LOS COLOCA EN EL PLATO.

POCO ANTES DE TERMINAR DE PREPARAR LOS SÁNDWICHES, DOÑA REMEDIOS PREGUNTA:

DOÑA REMEDIOS: ¿Te puedo hacer una pregunta?

RAY: Sí, señora.

DOÑA REMEDIOS: ¿Qué tan difícil fue?

RAY: (intrigado) ¡¿Difícil?!... difícil, ¿qué?

DOÑA REMEDIOS: Salir…

RAY: Bueno, fue… ¿cómo le explico?... complicado.

DOÑA REMEDIOS: ¿Qué tanto?

RAY: Con decirle que antes de tomar la decisión, pase varias noches sin dormir.

DOÑA REMEDIOS: Qué te dio el valor para hacerlo.

RAY: Ya estaba hasta la madre, perdón… (se lleva la mano a la boca)

DOÑA REMEDIOS: No te disculpes, habla con libertad.

RAY: Como le decía, ya estaba hasta la madre de oír tantas cosas, que me sentía confundido.

DOÑA REMEDIOS: Pobre de ti…

RAY: Una mañana me dije: Raymundo, algún día lo tendrás que hacer… ¿por qué no hoy?

DOÑA REMEDIOS: ¿Qué dijeron tus papás?

...