El Síndrome de Otelo
Mauricio: El abnegado marido
CRISTINA: (al terminar las campanadas) Las cinco.
(pausita) Sale cuatro y media… cinco minutos para
arreglar su lugar y checar su salida… otros cinco en llegar y salir del
estacionamiento, más quince en llegar a la casa… son 25 minutos y los 5 minutos
de tolerancia, que generosamente le otorgo yo… (voltea a la puerta de entrada) en cualquier momento entrara por esa
puerta (señala hacia la puerta y se
queda con el brazo estirado, pasan un rato) en cualquier momento… (sigue con el brazo estirado, lentamente lo
baja) hijo de su… de seguro se entretuvo con una de las viejas divorciadas
y ofrecidas de su oficina… (un arranque de celos) ¡Yo, que renuncie
a mi trabajo para dedicarme en cuerpo y alma a él… así me paga! revolcándose en el piso de una oficina vacía con
alguna nalga fácil. (pausita) ¿Ha de
ser la pinche recepcionista, que con su voz de pito… (la remeda) Bueno, el ingeniero Mauricio está ocupado, ¿gusta dejar
un recado? … (pausita) O la de la
comida! (la remeda) Inge, le traje
su tortita de pierna con pechuga y viene calientita. Caliente venía ella… mendiga
vieja ofrecida… Y, si no fuera porque estaba yo presente, sin recato o disimulo
le da el... cambio en moneditas, con tal de agarrarle la mano varias veces… (corajuda) aichs, pero ahorita que
llegue, donde no me dé una explicación satisfactoria… ¡se muere, se muere!
MAURICIO EN
OFF: Cristinaaaa, mi amor… (entrando)
Ya llegué. ¿Qué hay de comer? porque traigo un hambre que me comería un toro.
CRISTINA: O
una vaca. Como las que hay en tu oficina…
MAURICIO:
Cristina…
CRISTINA: ¿Por
qué no te regresas para que te den de comer?
MAURICIO: Bombón…
¿De qué hablas?
CRISTINA: (interrumpe) ¡No me digas bombón!, que
así le has de decir a todas esas viejas que te quieres llevar a un motel de
mala muerte.
MAURICIO:
Corazoncito…
CRISTINA:
Tampoco.
MAURICIO: (tímido) ¿Cielo?
CRISTINA:
Menos.
MAURICIO: (alzando la voz) A ver Cristina, ¿de qué
chigados me hablas?
CRISTINA: ¡Lo
que me faltaba!... agresión verbal, violencia familiar… ¿qué sigue? ¿golpes?
MAURICIO: (apenado) Discúlpame, mi amor… no fue mi
intención. (voz suave) Pero, ¿de qué
hablas?
CRISTINA: De
los cinco.
MAURICIO:
Los cinco, ¿¡qué!?
CRISTINA:
Los cinco minutos que llegas tarde.
MAURICIO: No
sabía que tenía checador.
CRISTINA:
No seas sarcástico Mauricio. Lo que pasa es que me preocupo.
MAURICIO:
Gracias por preocuparte, pero 5 minutos no son para inquietarte.
CRISTINA:
En cinco minutos pueden pasar muchas cosas.
MAURICIO: ¿Ah,
sí… como qué?
CRISTINA: Aproximadamente
416.500 personas están teniendo relaciones sexuales.
MAURICIO: ¡Esa
sí es una orgía!
CRISTINA: Más
o menos hay 535 muertes y 90 son por hambre.
MAURICIO: Y
serán 91 si no me das de comer.
CRISTINA: O,
en esos cinco minutos… puedes estar con alguna de tus amantes.
MAURICIO:
Cristina, mi amor… no tengo amantes.
CRISTINA: O
una querida.
MAURICIO: A
la única que quiero es a ti.
CRISTINA: (dramática) ¡Ah, me quieres!… ¿¡ya no me
amas!?
MAURICIO:
Perdón…. Te amo con todo mi corazón.
CRISTINA: ¿Sólo
el corazón?... y, ¿qué hay del pedacito sin hueso?... ¿ese también me ama?
MAURICIO: (desconcertado) El pedacito sin… (se lleva la mano al frente del pantalón)
¡ah!... el… este, claro que sí.
CRISTINA:
Demuéstramelo.
MAURICIO: Mi
amor… no he comido y no voy a cumplirte al cien.
CRISTINA:
Si no me cumples al cien, es porque ya gastaste energías con quien sabe quién.
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CRISTINA:
En el sillón hay una barra energizante, cómetela
y aguántate.
MAURICIO: (agarra la barra y se la mete en la bolsa del pantalón) En lo que tú vas por tu
maquina detectora de mentiras, yo voy al baño a hacer del uno. (se encamina al baño)
CRISTINA: ¡Yo
voy contigo!
MAURICIO: Cristina,
no necesito ayuda (le muestra sus dos
manos) puedo solito.
CRISTINA:
De todos modos voy contigo.
MAURICIO: ¡¿Para
qué?!
CRISTINA:
Para que me des tu calzón.
MAURICIO: (incrédulo) ¿!Que te de qué!?
CRISTINA:
Tu calzón.
MAURICIO: Y,
¿para qué lo quieres?
CRISTINA: Para
probar mi KT 100 Checkmater.
MAURICIO: ¿Tu
quéeee?
CRISTINA: KT
100 Checkmater, o detector de semen.
MAURICIO: (asombrado) Y vas a revisar mi calzón en
busca de...
CRISTINA: Es
correcto.
MAURICIO:
Pero… ¿cómo saber?, en caso de que haya… y no estoy diciendo que haya… ¿de qué
es la mancha?
CRISTINA:
Ah, muy fácil… si después de rociar la prenda con mi espray detector, tu calzón
se mancha de color purpura, es semen.
MAURICIO. ¿Y,
si se mancha de otro color?
CRISTINA:
Entonces… no me importa.
MAURICIO: Voy
por unos calzones.
CRISTINA:
No hace falta. (saca un calzón de entre
el respaldo y el asiento del sillón) Aquí lo tienes.
MAURICIO: (sarcástico) ¿Ya no los guardas en mi
cajón?
CRISTINA:
Fue casualidad que estuvieran aquí.
MAURICIO: (recibiendo el calzón) Vamos al baño. (salen)
CRISTINA EN
OFF: Quítatelos antes de hacer de la pipi… no sea que la gota delatadora
deteriore la muestra.
MAURICIO EN
OFF: Cristina, no hay nada que ocultar.
CRISTINA EN
OFF: Por si las recochinas dudas.
MAURICIO EN
OFF: Toma mi calzón.
CRISTINA EN
OFF: Pásame el espray que está allí.
MAURICIO EN
OFF: ¿Cuál?... ¿este?
CRISTINA EN
OFF: Sí, ese.
MAURICIO EN OFF: ¿Ya estarás satisfecha?
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MAURICIO:
Me siento asfixiado, temeroso, inseguro.
CRISTINA:
Así has de tener la conciencia.
MAURICIO:
Eso es lo peor… porque la tengo limpia.
CRISTINA: ¿Entonces
por qué te sientes así?
MAURICIO: ¿Quién
es la vieja esa que esta atrás en la foto que subiste al face?
CRISTINA: ¡Es
que tenía una sonrisa casi orgásmica!
MAURICIO:
Quien sabe… yo me tome una selfie y ella estaba ahí.
CRISTINA: Parecía
que te estaba agarrando la nalga.
MAURICIO:
Me borras esa foto y pones una donde estemos tú y yo.
CRISTINA: Y
la subiste.
MAURICIO:
La foto donde estamos en la playa… ¿y qué dijiste? Esa no, porque me veo gorda.
CRISTINA:
Dije que el bikini no me favorecía.
MAURICIO: La
cambie y que pasó.
CRISTINA:
¿Qué paso?
MAURICIO: (la remeda) ¿Quién es esa vieja que le
dio like a nuestra foto?... una amiga… (la
remeda) Me la eliminas.
CRISTINA: Y,
¿qué querías que hiciera?... ¿qué lo permitiera!?... no chiquito, al rato una
cosa lleva a otra y terminan en la cama.
MAURICIO:
La elimine… al igual que a todos mis contactos femeninos.
CRISTINA: ¿Y
cuándo me he vuelto a meter en tu face?, (retadora)
a ver dime, ¿cuándo?
MAURICIO:
Ayer me dijiste: ¿A quién agregaste?, tenías 5 y ahora tienes 7 amigos.
CRISTINA: Si
ayer entre, fue para constatar que aún es la misma clave.
MAURICIO: ¿Y
mi clave del teléfono?
CRISTINA: Esa te la pedí…
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