Rodolfo el marido 37 años
Héctor el amigo 36 años
Viejita la vendedora 65 años
Época actual
La escena ocurre en la sala de la casa de Brenda y Rodolfo.
Primer Acto:
Brenda y Rodolfo
AL ABRIRSE EL TELON:
VEMOS LA MESA PUESTA PARA DOS, ENTRAR A RODOLFO VESTIDO CON TRAJE.
RODOLFO: (GRITANDO) ¡Brenda ya llegue! Sírveme de comer (SE QUITA EL SACO)
BRENDA: (ENTRANDO) Ya está servido (USA BLUSA BLANCA)
RODOLFO: (LO PONE EN EL RESPALDO DE LA SILLA, SE SIENTA) Que bueno porque traigo un hambre (DA LA PRIMERA CUCHARADA A LA SOPA) ¡Uta madre ya me queme!
BRENDA: (SARCÁSTICA) ¿Esta caliente?
RODOLFO: ¡Hirviendo! (SABOREA) y además salada.
BRENDA: Y bien salada. Porque con esta, ya son tres las recalentadas que le doy.
RODOLFO: ¿Me estas culpando porque llegue tarde?
BRENDA HACE UN MOVIMIENTO LEVE DE CABEZA, ACOMPAÑADO DE UN GESTO DE INDIFERENCIA
RODOLFO: Para tu conocimiento, me quede a grabar un comercial para el día de la madre.
BRENDA: Eso te hace falta.
RODOLFO: ¡¿Qué?!
BRENDA: Trabajar más. Porque ya no me alcanza el dinero.
RODOLFO: ¡Dinero, dinero! No jodas con eso... (LE DA EL PLATO CON SOPA)... y mejor sírveme lo que sigue ¿sí?
BRENDA LLEVA EL PLATO A LA COCINA
RODOLFO: (PARA SI) Dinero… sólo en eso piensan las mujeres… (ENTRA BRENDA CON EL PLATO DE ESPINACAS, SE LAS SIRVE) (ASOMBRADO) ¿Qué es esta cosa verde?
BRENDA: (SENTÁNDOSE) Son espinacas, nutritivas y muy (ENFATIZAR) buenas.
RODOLFO: ¡Buenas!, ¿Qué cosa buena te puede pasar por las espinacas? (MUEVE CON LA CUCHARA LAS ESPINACAS) Nutritivas, eso sí, para vacas, burros y bueyes. (REMUEVE LAS ESPINACAS CON ASCO) A mí dame de comer comida... ¡no pastura!
BRENDA: Mmm ¿Comida?... ¿Cómo qué se le antoja al hombre de la casa?
RODOLFO: No sé... un bistec... o...
BRENDA: (LE ARREBATA LA PALABRA) ¡Carne!... El señor quiere carne… ¿Sabes cuánto cuesta el kilo?
RODOLFO: ¡No! (A LA DEFENSIVA) Pero si no te alcanza el dinero que te doy, es porque compras babosada y media; Que el tóper, el avón, el fúler...
BRENDA: (LE ARREBATA LA PALABRA)... El pasaje de los niños, tu cerveza para el partido del domingo, tu coca de dieta (IRÓNICA) por que el señor no toma agua de sabor...
(CASI GRITANDO) ¡Y todo eso con trescientos pinches pesos a la semana!
RODOLFO: Si no te doy más, es... ¡Por los impuestos! ¿Sabes cuánto nos está jodiendo el gobierno en impuestos?
BRENDA: Ni idea.
RODOLFO: Escucha cuantos son: El ISR, el IVA, a los depósitos en efectivo, a las telecomunicaciones, a los celulares, a la cerveza, el tabaco y al alcohol.
BRENDA: Los impuestos, los impuestos... ¡La cantina qué!
RODOLFO: ¡Bonita fregadera; Ahora también me recriminas un poco de esparcimiento!
BRENDA: ¡Claro! Tú sí puedes divertirte... ¿Y yo qué?... ¿y tu hija qué? (SE LEVANTA Y SE ACERCA) Huéleme, huéleme...
RODOLFO: (LA HUELE) ¿Qué?, Hueles a cochambre.
BRENDA: ¡Pendejo!, huelo a humedad, a guardado (SE SIENTA) Pero a ti vale, crees que con darnos para medio tragar y un taparrabos es suficiente, ¿no?
RODOLFO: No... Pero…pero…pero
BRENDA: ¿Pero qué?
RODOLFO: Pero no me pendejeés que no eres mi jefe.
BRENDA: No seré tu jefe. Pero soy la madre de tu hija, de tu única hija.
RODOLFO: Inmaculada Concepción es única porque así tú lo quisiste. Ya no hay pasión.
BRENDA: A 35 segundos llamas pasión… (PAUSITA) mejor cállate y come (SE LEVANTA Y LLEVA SU PLATO CON SOPA A LA COCINA)
RODOLFO REMUEVE LAS ESPINACAS CON ASCO
BRENDA REGRESA Y SE SIENTA
RODOLFO: ¿No vas a comer?
BRENDA: No. (MOLESTA) Se me fue el apetito.
RODOLFO: (PRUEBA LAS ESPINACAS) ¡Me lleva! La sopa hirviendo, y esto... (AVIENTA LA CUCHARA DENTRO DEL PLATO Y AGARRA LAS ESPINACAS CON LOS DEDOS) ¡Cómo nalgas de muerto!
BRENDA: (MOLESTA) ¿Por qué no te vas a la cantina? Allá te sirven lo que te gusta... ¿o no?
RODOLFO: Pues sí (SE LEVANTA Y AL HACERLO SE LIMPIA LOS DEDOS MANCHADOS CON ESPINACAS EN LA BLUSA DE BRENDA). [SALIENDO] y no me esperes. Duérmete porque no sé a qué hora regrese.
BRENDA: (INCRÉDULA SE MIRA LA BLUSA) ¡Hijo de su...!
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TRES
Rodolfo, Vendedora.
Escuchamos en off a la vendedora
VENDEDORA: (entran
con una cubetita llena de flores) ¡Flores…cómpreme una flor! (al público) baratitas marchanta, están
fresquitas, recién cortadas… para la novia, la esposa… la amiga. (pausa) Ya nadie demuestra su afecto con
flores. Antes, en mis tiempos, si nuestro pretenso no nos llevaba flores, no
era un buen partido, o era muy codo el desgraciado.
¡Ah!... pero cuando algún ser querido se muere, le atiburran la tumba de flores… ¿Para qué llevar flores a una tumba?... si no pueden ni verlas, ni olerlas… ¡En vida hermano, en vida!... mejor cómpreme una flor ahorita y dígale a su pareja lo que siente… una flor a veces es mejor que mil palabras… son el pretexto perfecto para lavar los pequeños errores u omisiones. Porque a veces el exceso de trabajo hace que al marido se le olvide el aniversario de bodas, al púberto el cumple mes y a veces hasta el cumpleaños de la novia… ¡ay, no!… que horror. (pausita) Dije exceso de trabajo… ¡inches güevones! … nada más consiguen lo que quieren y se olvidan de los detalles, esos detalles que a la suma se convierten en amor… o en desamor.
RODOLFO: (entra hablando por celular) Si compadre yo pago… lo que quieras compadre… ¡un coñaquito!… Por favor, es un pequeño lujo pero creo que lo valgo… en quince minutos te espero en las glorias de Baco… (cuelga) Con personas como mi compadrito ni duele gastarse la quincena.
VENDEDORA: Joven, joven… cómpreme una flor.
RODOLFO: ¿Una flor? ¿Y yo para que quiero una flor?
VENDEDORA: No me he hecho la cruz, persineme uste…
RODOLFO: Persignar, es persígneme usted.
VENDEDORA: Como uste diga, pero cómpreme una flor… mire ésta… está retechula. ¿Es uste casado?
RODOLFO: Si. Pero la casada es mi mujer
VENDEDORA: A su esposa le va a encantar.
RODOLFO: ¡Flores!... ¿! A Brenda!? Solo en quesadillas jajajajaja.
VENDEDORA: Ándele patrón, cómpreme una flor… cinco pesitos.
RODOLFO: No. No quiero flores. Pero, me apetece un cigarrito. ¿vende cigarros?
VENDEDORA: ¿Me vio cara de oxxo? No señor, no vendo cigarros.
RODOLFO: Pues debería vender algo más que flores señora, estamos en plena globalización y por gente como usted no podemos dejar de ser tercermundistas.
VENDEDORA: No me regañe y mejor regáleme una moneda.
RODOLFO: Señora, por Dios, los tiempos no están para andar regalando monedas. ¿Sabe usted cuánto me cuesta ganarme un peso?
VENDEDORA: ¿Donde trabaja uste?
RODOLFO: Soy locutor en la estación de gobierno.
VENDEDORA: ¡Gobierno!… Ah, sólo estirar la mano.
RODOLFO: Póngase a trabajar y no ande de pedinche.
Y ya no me quite el tiempo que me están
esperando… (sale)
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CINCO
Brenda, Vendedora y Héctor.
Escuchamos en off sonar un celular.
BRENDA: (entra contestando el celular) Bueno… ¿A dónde? ¿Con quién? Si hijita ve al cine con tus amigas… si mi reina, tú que puedes, diviértete… ¿y qué clasificación es la película? B… ¿y no hay A? …no soy dramática, sólo me preocupo por lo que ves. ¿a qué hora regresas?... ay Inmaculada ya es muy noche y ya ves como está la delincuencia… ¡te va a traer tu amigo en su carro!… recuerda esto: piernas cerradas y ojos abiertos… a ver, repite lo que te acabo de decir… no hija es al revés… está bien… pero no me voy a dormir hasta que llegues eh… y cuida mucho el monedero… no Inmaculada Concepción… el otro monedero… ándele ese mero… hija, hija… chin, colgó. (cuelga) Ahora entiendo a mi santa madre.
VENDEDORA: (entrando con dos canastas, una con sus flores y otra con los dulces) Dulces, chicles, refrescos… cigarros, pero sólo cajetilla… (a Brenda) cómpreme un chicle son a peso.
BRENDA: ¿Y las flores?
VENDEDORA: Una cinco, dos por diez y tres por quince… y si me compra una flor le regalo un chicle.
BRENDA: Mejor le agarro un chicle. Porque las flores deben ser regaladas no compradas. (le paga con un billete de a 100)…
VENDEDORA: híjole señito… ¿no tiene el pesito?
BRENDA: No señora. Mire (le enseña el monedero)
VENDEDORA: Tiene usted cara de honrada, luego me lo paga.
BRENDA: (mirando hacia afuera) Ahí viene alguien, a ver si tiene cambio.
Vemos entrar a Héctor
VENDEDORA: Joven… joven, ¿no tendrá que me cambie
este billete?
...
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